Carry
Primera
parte.
Chicos, esta es la historia de cómo
conocí a nuestro contrincante.
-Un momento… -le interrumpió TheOwl-. Que te haya pedido que nos cuentes
como jugar contra ellos no significa que nos tengas que contar la historia de
tu vida.
-Sólo quería ponerme en situación
–masculló RaistlinM, derrotado-.
En verano de 2004 era un buen estudiante
parisino amante de los videojuegos, lo que significaba que lo más cercano a un
amigo eran unos cuantos niños que se entretenían con mi persona.
-¿Es cierto que por la noches duermes
abrazado a un muñeco de Super Mario?
-Super Mario es el videojuego –les
corregía-. Y duermo abrazado a Luigi.
Con once años lo más importante para mí
era que no se faltara a la verdad.
Mi deporte favorito consistía en
recorrer un kilómetro todos los días a toda prisa.
-¿A dónde vas corriendo tan rápido,
Sonic?
-¡Sonic no corre, rueda!
Con su respectivos obstáculos que
sorteaba sin muchos problemas.
Debido a todos estos maravillosos
momentos, hablé con mi madre para encontrar una solución.
-Hijo, lo que tienes que hacer para
salirte con la tuya es estar callado e ignorarles. ¿Hijo? ¿Hijo? Pero tienes
que ignorarlos a ellos, no a mí.
-¿Si te ignoro mucho tiempo me compras
la play?
-No.
Comprendiendo que dicha estrategia debía
emplearla en criaturas de menos nivel, me enfrenté a mis demonios.
-¿Por qué está tan callado? Lleva varios
días sin decir nada.
-Parece el tío ese, el del juego este
del tío de verde que no dice nada.
-¿Hulk?
-¡Link! –les corregí, fallando en mi
perfecto plan.
Me metieron en el contenedor entre risas,
pusieron la tapa encima y un pedrusco, y desaparecieron, quedándomelo solo allí
durante horas. Jamás volví a corregirles, pero sí que los enfrenté siguiendo el
modelo de grandes héroes como Solid Snake, como Yitan, como MegaMan, o como Sir
Daniel Fortesque, plantándoles cara sin amedrentarme. Durante el recreo o al
salir de clase, cuando me rodeaban, les enfrentaba.
-No te rindes nunca, ¿verdad? –me decía
uno de los más grandes.
-Podría estar así todo el día –afirmaba enarbolando
mis puños, con un labio ensangrentado.
Había pasado un año y cada uno de estos
enfrentamientos era para mí un entretenimiento. Mi forma de tener amigos.
En una de estas peleas agarré con fuerza
la tapa del cubo de basura y la usé como escudo justo en el momento en el que
uno de mis supuestos amigos me lanzaba un puñetazo, con la mala suerte de que
se golpeó en el borde rasgándose la piel del puño, que empezaría a sangrar.
-¿Estás bien? –le pregunté agachándome y
preocupándome por la herida.
Nadie entendió por qué hice la pregunta.
Por esta terrible hazaña, los padres del
chico hablaron con mi tutor y mi tutor con mis padres, que se enzarzaron
conmigo a gritos, tachándome de decepción y prohibiéndome salir a la calle.
Durante las clases era el silencio en la esquina, el asesino de gigantes, aquel
que no entendía, el monstruo sin nombre. De la escuela a casa y de la casa a la
escuela.
No existía.
Mis únicos amigos eran Gordon Freeman,
Tommy Vercetti, Tidus, el jefe maestro, Jack Carver, Ryo Hazuki, Solid Snake…
-No conozco a ninguno de esos –Saltó
IrvingVIII.
-Yo casi que tampoco –confesó Alundra.
-¿Sabéis que hay vida más allá de League
of Legends? –apuntó RaistlinM.
-Claro, se llama calle –se rió
IrvingVIII-. Si no juego al LoL estoy fuera con mis amigos. A pocos juegos más
he jugado.
-¿Y por qué te llamas Alundra? –quiso
saber RaistlinM.
-Por mi hermano, que jugaba a un juego
de la primera Playstation y me gustaba.
TheOwl, harto, detuvo la conversación.
-¿Te queda mucho, querido?
-Sigo, sigo, no te preocupes.
Pasé de jugar con tortugas gigantes que
llevaban mundos sobre su concha a gastar mis horas frente a la pantalla
viviendo infinitas aventuras, por lo que mis preocupadísimos padres se
acercaban nerviosos tras escuchar y leer ciertas noticias.
-Ten cuidado con los videojuegos, a ver
si vas a acabar matando a alguien.
Ni me esforzaba en discutir. Me mantuve
obediente sin matar a nadie.
A pesar de los buenos momentos que
pasaba frente a los videojuegos, una necesidad social me acuciaba y no la suplí
hasta que no llegó a mis manos el primer MMORPG en el que invertiría años de mi
vida a finales de 2004, y me metí de lleno en el mundo online.
World of Warcraft es más un recuerdo
vivo que una realidad, un patio de recreo en donde poco a poco fui conociendo a
gente de todas partes, aprendiendo idiomas, conversando con desconocidos cuya
representación en avatar era suficiente para mí, mucho más de lo que el mundo
exterior me permitía.
No faltaban los abusones, pero por
suerte empecé a conocer las reglas y me convertí en uno de ellos, con cierto
sentido de la justicia, yendo de aquí para allá con un arquero que ayudaba a
mis aliados siempre que era necesario.
Busqué un clan francés de gente de
París. Por aquel entonces me engañaba diciendo que sólo quería hablar mi
idioma, pero también deseaba sentirme un poco menos solo. Que las personas con
las que jugara estuvieran a treinta kilómetros en lugar de a mil era un
consuelo estúpido para un niño pequeño, pero lo era.
-¿A qué distancia estaremos los unos de
los otros? –se preguntó RaistlinM.
-¡A un gritón de kilómetros! –gritó
JokeInTheHole.
-Esa cantidad no existe… -dijo ZeUS.
Esa sensación de jugar en equipo, de
formar parte de algo gigante, de que todo el tiempo que estás empleando sirve
para convertirte en algo mayor, en una leyenda… Enganchaba.
Frente a monstruos gigantes y complejos
tu personaje era un engranaje más de toda aquella maquinaria, de toda aquella
guerra que estallaba en tus oídos mientras los gritos de tus compañeros
pidiendo ayuda o dando órdenes se sucedían salvajes para al final lograr una
pieza de armadura, una espada, una montura, que mostrabas orgulloso al resto de
aquel mundo que poco importaba ya si era real o no.
Nos llamaban adolescentes incultos y
asociales después de que hablásemos en otros idiomas sobre el amplísimo sistema
y las mecánicas que diferenciaban a uno entre lo mejor y lo peor, después de
leer millones de líneas de texto sobre una historia apasionante de la que
formábamos parte, después de recorrer miles de parajes y ayudarnos para no
acabar en las garras de la facción enemiga. Eso es lo que éramos.
-Niños rata –definió IrvingVIII- A mí me
dan un poco de asco los niños rata.
-¿No eres niño rata tú ahora? –atacó
ZeUS, sereno.
-De eso nada, al LoL juega mucho gente,
y yo soy un profesional. Para ser profesional hay que invertir muchas horas.
-¿Y cuántas horas has invertido para
llegar a ser gilipollas profesional? –preguntó The Owl con cierta sorna.
-Owned –dijo JokeInTheHole.
-No le hagáis caso –dejó caer Alundra-
Hoy no le he puesto el bozal.
Tras la aparición del Lich King una
nueva compañera nos informó de que tenía problemas cerca de una de las nuevas
zonas que había ido a visitar por sí misma. Movido por mi espíritu de héroe fui
tan rápido al rescate como se me permitía, librándola de una muerte segura en
un puente que separaba las dos facciones. Con su ayuda, resultó livianamente
sencillo. Por aquellos entonces ya era un buen jugador de PVP.
-Gracias –ella se llamaba Le Magicien,
irónicamente una Priest.
-No hay nada que agradecer… ¿Qué haces?
Su avatar bailaba frente a mí, daba
vueltas, saltaba sin parar… ¿Escuché el ruido de las maderas del puente
quebrándose?
-La danza del agradecimiento.
Su voz me resultaba dulce y jovial y mi compañía le resultaba necesaria y tranquilizadora. Durante meses y meses nos
conectábamos para hablar y para seguir jugando. Ella me sanaba y yo la
protegía.
-Podríamos trolear un poquito… -me
tentaba.
-No está bien –me así a mis códigos de
honor.
-Venga, no me seas Steiner, lánzate. Por
favor…
Desde hacía un tiempo hasta entonces Le
Magicien me dominaba con esa frasecita, bañada por un tono de dulce melancolía
y necesidad.
-El hombre elige. El esclavo obedece
–habló JokeInTheHole.
-Algo así.
-A mí me gustaría ser un guerrero como los
de los libros, valientes y fuertes y que pueda con todo. Con sus espadas
mágicas, sus escudos mágicos...
-Sí, su todo mágico –se rio de mí Le
Magicien sin disimulo.
-¿A ti no te gusta?
Ella dudó antes de contestarme.
-No lo sé…
-¿Por qué?
-Prefiero estar en la retaguardia,
protegiendo a todo el mundo. No soy lo suficientemente buena como para
pretender hacer mucho más.
-¿Cómo que no? Yo te ayudo.
-¿Me ayudas? –casi percibía su sonrisa,
atravesando los kilómetros que nos separaban.
-Siempre te protegeré –le dije
convencido- si quieres.
-Siempre querré que me protejas.
Su dulzura haría que me enamorara de
ella más y más. Incluso a día de hoy me resulta imposible vislumbrar cómo fue
posible que alguien que jamás había visto resultara tan necesario en mi vida.
Aunque no sólo fue a ella, también a mis muchos amigos del WoW que, como en la
vida real, fueron tomando cada uno caminos que jamás pude perseguir.
-Eres un poco moñas –se mofó IrvingVIII.
-Intento ser fiel a la historia.
-Llevamos un rato aquí y todavía no
sabemos nada de nuestro contrincante –continuó IrvingVIII.
-¿Cuántas temporadas va a tener esto?
–preguntó TheOwl sonando algo más desesperado que de costumbre.
-¡Dejad que continúe!
-Oye, ¿y si nos vemos algún día? -le
pregunté tras un año y tres meses de habernos conocido.
-¿Cómo?
-Pues acercándonos. Podemos vernos en el
centro.
-Digo "cómo", como si me
hubiera sorprendido la pregunta.
-ah... ¿sorpresa para bien o sorpresa
para mal?
Ella se rió. Supuse que mi seguridad le
resultaba agradable.
-Para bien.
Quedamos un viernes por la tarde, como
si después de muchos meses el lado de allá y el lado de acá apenas significaran
nada, y el lado de otros se fusionara en aquella primera vez que nos vimos.
Lo que quedaba alrededor de nuestro
París no importaba más que el ruido común de la naturaleza mecánica y
adolescente de la ciudad. Nos perdimos y tardamos en hallarnos el uno al otro,
pero cuando al fin nos encontramos…
-Andábamos sin buscarnos pero sabiendo
que andábamos para encontrarnos –me dijo ella, y me dejó sin aliento- Esa frase
es del libro favorito de mi madre.
Era menuda, con mejillas esponjosas como
nubes y el cabello castaño cayéndole como lluvia en plena noche.
Nos quedaba tan poco por decirnos que me
acerqué decidido hasta ella para ver sus palabras saliendo de su boca, una a
una, y las reconocí en ella como ella reconoció en mí las mías. Y la besé como
besa el mar a la arena.
-Moñas over 9000! –gritó JokeInTheHole.
-Como si tú no tuvieras historias de
amor que contar, Joke –le recriminó RaistlinM, riendo.
-Una sandía. O un panda con cara de
malo. O unas sandalias ortopédicas con los puntos de presión… El aroma de un
borrador de pizarra… Un domingo lluvioso por la mañana. Todo eso me gusta más
que las historias de amor.
-Eeeeeh… -farfulló TheOwl completamente
contrariado.
-Creo que deberías continuar –dijo
amigablemente ZeUS.
-Por favor –insistió IrvingVIII-, y
terminar.
-Yo estoy pensando a qué hace
referencia... –meditó Alundra.
Ella me devolvió el beso, sorprendida y
tierna.
-No sabía que fueras tan decidido.
-En realidad –me confesé- estoy pensando
en la canción del anuncio ese viejo de Oscar Meyers.
-Yo en el niño de “I have two fingers…”
Ninguno de los dos fue capaz de contener
la risa ni en ese momento ni durante muchos años. Ese primer intercambio de
frases en persona fue un ejemplo de tantos que nos quedaban, basado en una
tierna e inabarcable pubertad.
Pasamos de ser amigos de internet a ser
novios. De darnos besos a hacer el...
-Por el amor de dios, Raist, no se te
ocurra ir por ahí –interrumpió TheOwl violentamente.
-¿Por qué no? -quiso saber IrvingVIII,
decepcionado- Para algo que dice interesante…
Compartimos nuestros gustos desarrollándonos
sin quererlo como persona. Le transmití mi pasión por los videojuegos al igual
que ella me transmitió la suya por la literatura, aunque ella tampoco acabara
jugando a otras muchas cosas ni yo leyera más que fantasía.
Para nuestro primer aniversario le
regalé el colgante de Galadriel, y ella a mí el libro de Crónicas de la Dragonlance.
Cuando lo leí me fascinó. Me compré todos los libros de la saga y me gustó
tanto el personaje de Raistlin Majere que me quedé con el nombre.
-Y ya está. Esta es la historia de por
qué me llamo RaistlinM.
-Este tío es tonto –afirmó TheOwl
mientras ZeUS e IrvingVIII se reían.
-¿Qué? ¿Qué pasa?
-Que nos ibas a contar cómo conociste al
midlaner del equipo contrario y las estrategias contra él...
-¡Cierto! Por suerte todo está
relacionado.
Paseábamos por el Sena siempre que
nuestro clan no había quedado para realizar alguna tarea importante. Nos
pateamos los salones del manga y del videojuego tantos días seguidos como
nuestra escasa economía nos permitía. Vimos crecer el género del cine de super
héroes como si fuera nuestro hijo, amándolo en Iron Man, odiándolo en Linterna
Verde, necesitándolo en el Caballero Oscuro.
-Haría cualquier cosa por ti –confesé.
-Pues haz el truco de magia. El del
lápiz.
Entrecerré los ojos, poco convencido.
-No sé si puedo.
-¡Inténtalo!
Nuestro amor era tan profundo que aunque
por tonterías como esta nos tirábamos meses en el hospital al final siempre
estábamos juntos y felices. Nos necesitamos y crecimos con la misma intensidad,
sobreviviendo a aquel juego tan interesante llamado amor. Todas estas
circunstancias me hicieron amar más incluso mis gustos y mi vida alrededor de
ella, definiéndome y esculpiéndome en lo que soy ahora.
-Sólo que antes fo… -empezó IrvingVIII.
-No se te ocurra terminar esa frase… -le
interrumpió TheOwl.
Movido por la inspiradora historia del
personaje en el que basaba mi nombre, buscando mayores retos una vez que caímos
en la rutina del WoW, mi novia y yo nos motivamos a convertirnos en los mejores
en la Arena, la parte PvP del juego, en donde nos enfrentaríamos con grandes y
reales rivales.
Como en la historia, quería ser el mago
más poderoso mientras que ella, al adoptar el nombre de la protagonista de las
Leyendas, quería ser la mejor curandera.
Ambos avanzamos con buen ritmo motivados
por nuestro afán adolescente, conocimos a otros que nos indicaban los mejores
pasos para avanzar en el ranking, y al cabo de un año estábamos en el top 300.
En esa época recuerdo las palizas que
nos daban, virtualmente hablando. Al que nunca conseguimos vencer fue a un tal
JiTH que con su estilo propio arrasaba con lo que se encontraba. Se convirtió
en una referencia para mí, mientras que para mi novia no fue más que un tramposo
que la frustró enormemente.
-Con estos tramposos es imposible ganar
nada.
-Dudo que sea un cheater.
-¿Hace lo que le da la gana y como le da
la gana y no es un cheater?
-Simplemente es mejor que nosotros.
-¿Perdona?
-No te ciegues así, Crysania...
-A ver si el ciego vas a ser tú.
-He buscado información de él y no es un
cheater, es una leyenda del juego, como Leroy.
-¿Le haces más caso a internet que a tu
novia?
-No es eso...
-De verdad, no me entiendes...
-Ya estamos...
Los momentos entrañables y bellos que
pasamos juntos fueron evolucionando a una necesidad intrínseca de entrar en la
universidad. Ella, mezcla de frustración y rabia, fue dejando atrás todo lo que
nos unía desarrollando un fuerte espíritu por la responsabilidad social y temor
al futuro. Veía su entrada en los estudios superiores como una oportunidad para
redimirse y obtener el favor de todo aquello que alguna vez la había rechazado
por motivos que jamás entendería.
Yo, sin embargo, seguí ascendiendo en el
ranking, e incluso estuve a punto de entrar a un team…
-Eso es perder tiempo -la oí decir,
tozuda, sin ganas de discutir.
-A mí me gusta -contesté encogiéndome de
hombros.
-Bueno, ¿y luego qué?
-¿Luego? ¿Qué pasa con luego?
-¿Vas a estar toda tu vida así?
-No, supongo que lo intercalaré con algo
que me dé para vivir.
Ella me clavó sus pupilas,
atravesándome.
-¿Supones?
Cada minuto invertido en que uno de los
dos cediera era malgastado, pero seguíamos guardando cierta fe.
Quizás jamás me encontré tan cómodo y
feliz como en el mundo digital y seguí en él porque formaba parte de mí, parte
de lo que conocía. Mi minúscula e infinita habitación, con mi minúsculo e
infinito escritorio, con mis minúsculas e infinitas oportunidades. Eso era yo.
Años atrás era un niño que se tuvo que
recluir castigado por su padres, pero de eso habían pasado ya ocho años, cinco
desde que la conocí a ella y casi cuatro desde que empezamos a salir.
-Menudo salto temporal has pegado –se
asustó TheOwl.
-No quiero hacer pesada la historia –se
disculpó RaistlinM.
-Pero tampoco hace falta que vayas tan
rápido porque si no la gente se pierde… -se desesperó TheOwl.
-Yo he desconectado hace un rato –señaló
IrvingVIII.
-¡Vaya! –se quejó RaistlinM -¡Gracias!
-Es que lo que deberíamos hablar es como
derrotar al equipo contrario y míranos, hablando historias de amor –argumentó
IrvingVIII.
-Irving, tranquilo, llevas todo el día
bastante inquieto… –intermedió ZeUS.
-Pero está jugando mejor –dijo Alundra-.
Cuanto más alterado mejor juega. A mí me vale.
-¡No estoy más alterado, es que soy muy
bueno! –gritó IrvingVIII.
-Eh, fieras –saltó TheOwl-. Tranquilos.
Ya os lo he dicho, contra este equipo pickeamos mejor y vamos a lo básico. No
son un equipo profesional y sólo tenemos que jugar mejor, con las estrategias
básicas. Sigue Raist…
Dejamos de jugar al MMORPG. Ella por los
estudios y yo porque quería jugar con ella. Porque no sería lo mismo, como no
fue lo mismo volver a todas esas misiones sin los amigos de toda la vida que se
habían ido fugando y jamás supe de ellos. Caras que nunca vi pero que todavía recuerdo.
Buscando algo en lo que malgastar mi
tiempo encontré League of Legends.
-¿Ahora vas a perder el tiempo con esto?
Vas a suspender como no te tomes en serio la carrera.
-No sé si me quiero dedicar a eso en el
futuro, quiero tomármelo con tranquilidad.
-A ver si maduras ya... –soltó de
repente y con cierta violencia.
-¿Perdona?
-¿En serio te dijo eso? Me resulta un
poco derp ese comentario -se sorprendió TheOwl.
-Ella estaba siendo responsable -señaló
ZeUS.
-¿Responsable es portarse así con
alguien que no sabe cuál quiere que sea futuro? Mejor forzarlo y condenarlo a estar
amargado de por vida, ¿no? –rechistó Alundra, con un tono algo enfurecido-. Hacer
lo que se supone que se debe no se lo recomiendo a nadie. Mis padres se matan
por meter dos duros en casa y no son personas felices.
-Pero así es la vida -aseveró ZeUS.
-Somos soldados sin fronteras –añadió
JokeInTheHole.
-Qué bonito, pero falso -contestó
Alundra resoplando-. Hemos dejado que nos conviertan en eso. Nosotros movemos
el mundo, no el mundo a nosotros.
-Ambos tenéis razón –atajó Raistlin.
Dejándome llevar por lo que en aquel
momento llamaba amor, encontré un trabajo haciendo hamburguesas en una cadena
de comida rápida, ahorrando dinero para cuales fueran los caprichos de mi
novia. Esta ocupación junto a la de darle vueltas a los libros y a la de pasar
tiempo con ella hicieron que me despegara de los videojuegos. Sólo jugaba una
partida de cuando en cuando al lol, sobre todo por las noches o cuando pasaba
la noche en su piso de estudiantes y se echaba a dormir rápida y plácidamente.
Sin embargo, cuantas más partidas
clandestinas le dedicaba y más victorias se sumaban a mi marcador, más me
fascinaba. Sólo en aquellos instantes en los que explotaba el nexo enemigo
sentía como si algo funcionara, y pude utilizar toda mi experiencia anterior en
ser un maestro de este juego.
Muchas noches, tras el trabajo o tras
los estudios, sólo quería conectarme.
-¿No te gustaba ver a tu novia?
-¿Para qué? ¿Para agachar la cabeza y
permanecer callado? –meditó RaislinM.
-Vamos, que os pilló la rutina –espetó
IrvingVIII.
-Una relación nunca será cosa de dos,
sino de tres. Uno, otro, y las circunstancias. Todos nuestros momentos de amor…
se perdieron…
-Como lágrimas en la lluvia –terminó
JokeInTheHole.
-Y humo.
-Te he escrito una carta sobre cómo me
siento con respecto a nuestra relación –le dije tras varios meses de absoluta y
agónica monotonía.
Ella sin girarse me dijo:
-Ya vas a echarme las culpas de todo,
¿no?
-No es eso… -suspiré- Pero si tienes la
culpa de algo tendrás que asumirlo.
-¡Si es que la tengo! –Me contestó
altanera- Porque no tengo que consentir que nadie me diga que tengo la culpa de
nada.
Me crucé de brazos mientras ella seguía
escribiendo su trabajo a ordenador. Clic clic clic. El ruido de las teclas se
me clavaba en el corazón.
-Voy a leerte esto y luego me iré.
-Haz lo que te dé la gana. Si te piensas
que voy a salir corriendo detrás de alguien que no quiere llegar a nada como
tú, la llevas clara.
<<Cuando tú compartes un mundo
entero con otra persona, cuando lo inventas, lo imaginas, lo hueles a cada paso
que sucede y se te cuela bajo las uñas como la arena de la infancia... ¿Qué
queda luego si la marea nos separa? ¿Qué soy yo sin ti si yo era yo por ti?
Antes que éramos un castillo han caído las paredes y somos un teatro, el uno
del otro. No nos queda nada, salvo la distancia. Y de distancia no sabemos nada
porque estás igual de lejos cuando te marchas que cuando no quieres besarme.
Sólo deseo que le quites este peso a estos segundos, porque queda claro que
nosotros no somos nada. Que el plural de nunca es nosotros.>>
Cuando terminé de leer ella seguía allí
escribiendo. Clic clic clic. Suspiré como quien exhala el humo de una bala que
le ha atravesado el pulmón.
-Bésame antes de que me vaya.
Pero no dijo nada, por lo que me fui de
allí sin beso y sin palabras, con sabor a tierra en las manos, y diciendo adiós
mientras me alejaba sin pronunciar una palabra. Por una vez en mi vida
necesitaba profundamente aquellas calles de París. Aquella niebla me ocultaba,
aquel humo saliendo de entre las alcantarillas mientras yo buscaba un refugio
en el que guarecerme.
Un muchacho japonés me miraba desde el
interior de un club de jazz con un cigarro en la mano. Un chico joven pero con
el pelo grisáceo salió de un bar decepcionado con todo. Al final encontré mi
propio purgatorio.
Encontré mi propio hogar en un local de
Bastilla llamado Meltdown…
-¿Hemos llegado ya? –preguntó IrvingVIII
desesperado.
-A punto.
Bajé las escaleras hasta que las luces
tenues me mostraron el local. Música electrónica, gente riendo, cenando,
bebiendo, y jugando. En las paredes pantallas para ver partidas de deportes
electrónicos, ordenadores para jugar a distintos juegos, consolas para
entretenerte con los amigos, o recreativas tanto clásicas como modernas. Me
pedí una cerveza y me coloqué frente a uno de los ordenadores en donde estaba
el lol configurado para jugar unas rondas de 1v1. Es decir, el primero que
mate, el que primero se lleve la torre o el primero que se lleve cien súbditos
gana.
-El que pierde paga un chupito –le
propuse a mi contrincante.
-Ya lo estoy saboreando.
Pero acabé saboreándolo yo, al igual que
saboreé uno detrás de otro. Mis picks favoritos danzaban entre todo tipo de
asesino inimaginable, y lo que más pillaba de sorpresa a mis contrincantes era
mi seguridad a la hora de moverme y atacar. No tardé mucho en conseguir más de
diez chupitos. E incluso reté a más de uno a un doble o nada, y ni con esas
consiguieron tumbarme.
Cuando creí que nadie me iba a derrotar,
uno de los barman pickeó a Darius mientras que yo preferí a Varus.
-No sé a dónde vas con eso –contesté un
poco mareado.
-A ganar.
Con mi distancia le atacaba
progresivamente, reduciéndole la vida poco a poco mientras él apenas era capaz
de farmear. Volvía a base, se recuperaba, y luego se lanzaba de nuevo al ruedo,
saliendo mal parado tras una cadena de autoataques y habilidades.
-Pobre muchacho –dije.
Usó su hacha para arrastrarme hacia él,
con la mala suerte de que quedé bajo su torre, la cual decidió divertirse
conmigo regalándome un par de rayos. Flasheé, le golpeé, mientras él apenas me
alcanzaba, pero por cada roce una marca aparecía sobre mí desangrándome poco a
poco. Le eché el prender, convirtiendo el último cuadro de su vida en una mera
anomalía que se convertiría en ceniza. Pero Darius utilizó su hechizo Barrera y
giró con el hacha para darme un último golpe. Las marcas estallaron y la poca
vida que me quedaba desapareció.
-Enhorabuena –me levanté, le di la mano,
y salí de allí.
Me senté en la acera, dejando que mis
rodillas soportaran todo el peso de mis brazos y mi mejilla.
-Enhorabuena a ti –dijo el chico que me
había vencido sentándose a mi lado-. Eres la única persona que casi me vence
aquí.
-¿Nunca te han vencido?
El chico se rió.
-No. Digamos que una de mis labores
dentro del bar es cuidar que ninguno se pase cuando os ponéis a jugar a los
chupitos.
-Interesante. ¿Te pagan por ello?
-Me pagan como camarero, y supongo que
dentro de mis servicios entra eso –dijo riéndose-. Por las mañanas soy el
típico midlaner y por las noches un barman emborracha-geeks.
-Vaya… Encima soy tonto y me la he
jugado… -recapacitó RaistlinM.
-No te la juegues si no es por amor,
guaperas –asintió el camarero dándome una palmada en el hombro-. Aunque yo también
me la he jugado. A mí se me dan bien todos los asesinos mágicos, pero con los
físicos soy horrible...
-¡Pues te destrozaré la próxima vez!
–gritó RaistlinM enarbolando un dedo acusador contra el camarero.
-Oye, pareces como… mal. ¿Te pasa algo?
Me encogí de hombros.
-No. Supongo que no.
-Me llaman Big.
-Pues a mí RaistlinM. Bueno, normalmente
sin la M.
-¡Por fin! –gritó IrvingVIII entusiasmado.
-Entonces su punto débil son los
asesinos AD… -meditó TheOwl.
-Y los babysiteos –señaló RaistlinM con
desdén-. Da igual que tenga un AD. Si le dejas la línea a él solo te ganará.
-¿Por qué lo dices así tan… mal? –se
percató Alundra.
-Porque es un grandísimo amigo, aunque
hace tiempo que no hablamos.
Segunda
parte.
La pantalla de picks y bans apareció
ocupando todo su campo de visión. A RaistlinM le temblaban las manos desde el
primer momento. ¿Cuánto hacía que no había visto a Big? ¿Qué fue lo último que
se dijeron? ¿Por qué se cambió el nombre a BigCaramon?
<<-No quiero irme -rogó RaistlinM.
-No puedo hacer otra cosa, lo siento.
RaistlinM asintió.
-Más lo siento yo –asintió Big-. Buena
suerte…>>
El equipo de WolfHound baneó a los
héroes que según recordaba RaistlinM mejor jugaba Big. Kitiara Army prefirió
centrar sus bloqueos en el todopoderoso JokeInTheHole.
-Nuestro contrincante cree que puede
detenerte, Joke –comentó ZeUS.
-No se jode a un Peaky Blinders
–contestó él.
-¡Ni a mí, ni a mí tampoco! –se metió
IrvingVIII.
Como respuesta, JokeInTheHole pickeó
Riven jungla, bajo la sonora carcajada de todos sus compañeros. Todos salvo
uno, RaistlinM, que escogió bajo consejo de Alundra a Oriana.
-No es una asesina… -farfulló el
midlaner.
-Juégala como una –se le ocurrió al
support.
-Odio cuando no me dejan a mi bola…
<<-Entonces formamos un equipo
llamado Kitiara Army.
-Así es –asintió Big, divertido.
-¿Por mí? –preguntó RaistlinM
señalándose.
-Claro, ¿por qué no?
-Bueno, como quieras, pero yo no me
pienso ir a otra línea, yo quiero mid.
-Esa es mi línea también, me la tendrás
que disputar –le contestó Big desafiándolo con la mirada.
Una hora después habían jugado varios
partidos de 1v1, pero en el último de ellos, Teemo, a manos de Big, no escapó
lo suficientemente rápido del área del Cero Absoluto de Nunu.
-¡Te he ganado por poco! Creía que
tendrías flash y todo.
-Tú ganas… para ti el mid.>>
-¿Qué coño está pasando aquí? –Inquirió
IrvingVIII.- ¿Por qué tu amigo pickea a Yasuo?
-No lo sé… Pero no tiene sentido pickear
a Yasuo contra Orianna. Lo voy a destrozar.
-No cantéis victoria que en el top han
escogido a Maokai y nos puede doler –señaló Alundra.
RaistlinM contemplaba la partida como si
fuera el fin del mundo. Sus compañeros hablaban y la oscuridad se adueñó de las
paredes de su habitación para dejar paso al escudo brillante de League of
Legends.
Los diez campeones empezaron a cargarse.
Los porcentajes crecían al ritmo de sus latidos. PUPUM PUPUM PUPUM PUPUM PUPUM.
Alguien deseo buena suerte. El midlaner amagó en pronunciar unas palabras.
Y de pronto saltó en una nave al espacio
exterior, su cuerpo flotaba. Los controles se escurrían ante él, el oxígeno se
agolpaba con violencia en su pecho mientras el sudor le bailaba sobre una ceja,
salado y amargo.
Una mano enguantada le indicaba su objetivo
allá en el espacio exterior, hasta que la oscuridad se convirtió en campo de
batalla y una voz femenina gritó:
<<Bienvenidos a la Grieta del
Invocador.>>
-Vamos –ordenó ZeUS.
A RaistlinM se le agolparon los
pensamientos. Aquellos tiempos en los que eran sólo ella y él… ¿Qué sería de él
si se hubiera quedado en tan sólo eso? Una relación amorosa entre dos personas.
Jamás había hablado del tema con nadie y en ese momento supo el por qué:
Existió tanta magia entre ellos que tras contarlo se había convertido en una trivialidad.
¿Y si todo el mundo tiene una historia de amor que se asemeja? ¿Dónde estaría
el encanto? ¿Alguien, como él hizo, mediría la distancia de la mejilla de
Crysania un millón de veces mientras dormía? Oh, el sueño… No es el sueño lo
que importa si no el giro de los acontecimientos, que ella, aún soñando, se
giraba a abrazarlo.
¿Echaba de menos todo eso?.
<<FIRST BLOOD>>
-Mierda… -se lamentó RaistlinM viendo
que BigCaramon lo había derrotado.
-Ten cuidado, tío –saltó IrvingVIII
violentamente.
Pero RaistlinM no tardaría en reaccionar
llevándose una kill minutos más tarde con la ayuda de JokeInTheHole, empatando
así el marcador.
-Un poco más de empeño y nos los
llevamos fácil. Maokai no me está suponiendo problema alguno con Mundo. Atento,
Raistlin.
<<-Me pregunto… -empezó Big- ¿Por
qué no te veo más afectado por haber roto con tu novia?
RaistlinM se encogió de hombros.
-Son mujeres tío. Y además en mi primera
relación. No puedo estar toda la vida viviendo un sueño infantil.
-Nada de sueños pero aquí el guapo
quiere ser jugador profesional de deportes electrónicos –señaló Big con ironía.
Raistlin enarboló un dedo hacia la nada,
divertido.
-No exactamente. Es lo único que se me
da bien, lo que me gusta de verdad. ¿Tú qué quieres para tu futuro? ¿Protector
de geeks en bares de deportes electrónicos?
Big recostó su cabeza sobre el hombro de
RaistlinM.
-Yo lo que quiero es a ti.
-Y yo a ti tío, y yo a ti.>>
Yasuo desenfundó una vez, luego otra, y
el tornado envolvió la hoja. Salió disparado quemando el suelo y levantando por
los aires a los minions, uno a uno, hasta golpear a la ciborg que se vio
propulsada.
-No me jodas…
El samurái con un grito se precipitó
contra ella golpeándole infinitamente mientras estaba en el aire, tan rápido
que se hizo invisible a los ojos de todos, apareciendo tras sacudirla
salvajemente contra el suelo.
<<You have been slain.>>
-Puta… -suspiró Raistlin.
-DEMACIAAAAA-gritó JokeInTheHole.
La figura de Riven brincó hasta desde
las hierbas de abajo hasta atrapar a Yasuo, que no pudo más que comprobar como su
vida desaparecía.
-Gracias Joke –agradeció Raistlin.
-¿Tienes algún problema, Raist? –preguntó
ZeUS.
-No tío, no lo sé, joder. Estoy
intentando adelantarme a sus movimientos pero no sé por qué no lo consigo…
-Pues espabila –dijo IrvingVIII poco
convencido.
-Tranquilo Irving –medió ZeUS-. Raist, farmea
tanto como puedas y luego en la siguiente partida vemos lo que hacemos.
-¿Por qué? Conozco sus movimientos de
memoria y soy incapaz de predecirlos. ¿Qué pasa?
La partida avanzaba. Caían torres,
dragones, incluso compañeros y enemigos. RaistlinM se sentía inútil mientras
IrvingVIII le gritaba y ZeUS controlaba la situación. Unas jugadas perfectas de
Riven y Sona le dieron la primera partida a WolfHound.
RaistlinM empezó a repasar estadísticas
de la partida justo cuando TheOwl entró en la sala del chat.
-¿Qué estabas haciendo, Raist?
-Lo que creía.
-Pues vaya creencias tienes. Mala opción
lo de Orianna, no tienes ni idea.
-Fue idea mía –confesó Alundra.
-No hables así Owl, no son maneras –se
interpuso ZeUS.
-¿Tú has visto como ha jugado? –inquirió
el coach.
ZeUS suspiró.
-Sí, y no es momento de echarle la
bronca. Quizás su amigo se ha adelantado a lo que haría él. No es nada sobre lo
que preocuparse.
-¿Ves como no lo has visto? –espetó
TheOwl- No sé por qué tengo que escucharos, la verdad. A ver, Raistlin, tu
querido amigo ha jugado como… lentísimo, pero tú te lo has comido todo.
Despierta. Creo que en París no es hora de dormir todavía, ¿no? Pues ya está.
Serénate.
-¿Lento?
-Lento, lentísimo. Mucho más lento que
en la partida que ganaron ellos.
Raistlin volvió a enarbolar un dedo,
señalando a la pantalla.
<<-Te echo de menos –apareció
Crysania un día en la puerta de su casa.
RaistlinM respiró profundamente.
-Yo también.
-Eh… -farfulló ella- Haría cualquier
cosa por ti.
Él se encogió de hombros.
-¿Sí?
-Sí Raist. Porque te quiero.
-¿Harías cualquier cosa?
-¡Claro que sí! –respondió ella
ilusionada.
-Pues vuelve atrás en el tiempo y cambia
el pasado.>>
-Dejadme a los asesinos ap libres
–insistió RaistlinM frente a las críticas de algunos de sus compañeros, pero
ZeUS aceptó.
En la siguiente partida BigCaramon
pickeó a Yasuo otra vez ante la sorpresa de todos sus compañeros.
IrvingVIII no dudó en soltar su idea:
-¡Tienes que pikear a Syndra!
-Discrepo.
Cuando el rectángulo de Raistlin brilló,
Fizz apareció allí. IrvingVIII estalló.
-¡Pero qué haces! ¿No se supone que te
conoce mejor que nadie? Ese es uno de los campeones que más usas, ¿vas a hacer
el idiota por ser tu amigo?
-Irving, tranquilo –dijo ZeUS.
-Para mí siempre será un gran amigo…
-susurró RaistlinM.
-Tan distinto como desayunar tarde o
almorzar temprano –profetizó JokeInTheHole-. Comes lo mismo, a la misma hora,
sólo difiere la manera de llamarlo.
<<-¿Le dijiste eso a tu ex? ¿Así
tal cuál? –le preguntó Big sorprendido reprimiendo una sonora carcajada.
-Pues sí.
-¿Luego qué pasó?
-Luego… -RaistlinM torció el gesto
fingiendo dolor- Nos acostamos…
En ese momento la actitud de Big cambió
como si hubiera recibido un puñetazo en el estómago.
-¿Por qué?
RaistlinM se encogió de hombros.
-No lo sé… Porque uno hace el idiota
incluso cuando sabe que no debe. Porque la felicidad nunca ha tenido nada que
ver con el deber, más bien con el riesgo. Porque me apetecía. No lo sé… Es como
cuando estoy en la Grieta del Invocador. De tanto leer lo que tengo que hacer,
o a veces cuando juego en equipo y escucho tantas órdenes, tan diferentes, tan
dispares… Al final acabo haciendo lo que me apetece. A veces me siento un poco
cobarde.
-¿Por qué, chico guapo?
-Porque sé que me estoy aprovechando de
alguien –resopló RaistlinM agachando la cabeza, sosteniendo con fuerza la
cerveza-. Pero no sé si me siento mal por ello o no… Eso es lo que más me
fastidia, no saber ni lo que siento.
Big sonrió amargamente desde el otro
lado de la barra.
-Cuándo lo sabes tampoco cambia mucho el
resultado.>>
<<FIRST BLOOD>>
El marcador sumó una muerte a favor de
WolfHound, que lo celebró con júbilo salvo por RaistlinM, a pesar de haber sido
él quien la había conseguido. El resto de líneas se defendían con rotundidad,
consiguiendo arrasar unos minutos después en la botlane gracias a unos cuantos
ganks perfectos por parte de JokeInTheHole.
En medio se desarrolló otra batalla
completamente diferente, como si fueran ajenos a la partida. Tanto Fizz como
Yasuo, RaistlinM como BigCaramon, buscaban la absoluta soledad para medir sus
fuerzas, aunque sería el pequeño bromista de las mareas quién conseguiría la
muerte por la mínima consecutivamente.
-Esto es raro… -masculló ZeUS.
Pero estaban todos tan obsesionados con
sus líneas que nadie insistió en saber más acerca de las palabras del capitán.
El tiempo iba pasando y la ventaja sólo se hacía cada vez más grande para los
lobos. IrvingVIII, convertido en una máquina de matar, danzaba rápidamente con
Vayne destrozando a sus rivales, pero un espíritu demasiado inquieto le provocó
la muerte varias veces.
-¡Raist, ven con nosotros ya!–pidió el
ad Carry desesperado.
-No puedo –aseveró RaistlinM con la voz
quebrada.
-¡Venga tío, si ganamos nos vamos a
Alemania! ¡A Alemania! –insistió IrvingVIII.
-Vamos a ganar Irving, no te preocupes –le
animó Alundra.
Fizz y Yasuo danzaban el uno sobre el
otro en una batalla cada vez más intensa, mezclando las acrobacias sobre los
tridentes con los rápidos pasos de baile entre súbditos, mezclando los muros de
viento con tiburones gigantes, tornados con furiosas incursiones.
El terreno que devoraba WolfHound al
minuto treinta abarcaba un inhibidor y casi todas las torres, pero ambos
midlaners insistían en su lucha particular.
Al minuto treinta y tres, el nexo
estalló víctima de una rendición de Kitiara Army.
-¡Nos vamos a Alemania muchachos!
¡Felicidades! –felicitó Alundra entusiasmado.
-¿Felicidades? Hemos ganado por suerte,
no sé qué coño hacía el Fizz a su bola todo el rato –protestó IrvingVIII con
violencia.
-Tengo nombre.
-Paz, que hemos ganado –dijo ZeUS,
intentando calmar los ánimos.
-Juventud, divino tesoro… -soltó
JokeInTheHole.
-Joder Joke, cállate la puta boca
–espetó IrvingVIII.
-¿Qué coño está pasando aquí? Porque no
estoy entendiendo nada –quiso saber TheOwl apareciendo de repente.
-¡EEEEH! –Gritó ZeUS-. Irving, hemos
ganado. Punto. Raistlin, no vuelvas a hacer eso. Menos sin dar una explicación.
-Que obedezca y punto –interrumpió
IrvingVIII.
-¿Por qué me interrumpes, Irving?
–Retomó ZeUS la palabra-. Bien. Hemos ganado. En diciembre estamos en Alemania.
En Alemania. ¿Entendéis lo que eso significa? Delante de gente. Gente de verdad
que va a observar con lupa cada uno de nuestros movimientos, y se van a reír o
incluso llorar, según cómo lo hagamos, así que hagámonos un favor y portémonos
como un equipo, no como unos niños despechados. Por favor.
-Haced lo que os dé la gana –dijo
IrvingVIII, y se desconectó.
-En fin…
-Que se enfade –dejó caer TheOwl,
aguantando sus verdaderos pensamientos-. Ahora mismo no tenemos que entrenar ni
nada. Descansad un par de días y meditad mucho, porque ahora nos toca
enfrentarnos en la nueva grieta.
-Everything change… -coló JokeInTheHole.
-Parece que sí… -susurró RaistlinM- Lo
siento si he hecho algo mal. Es… una vieja historia.
-Lo que no entiendo es… si hemos ganado…
¿por qué estamos así? –se preguntó Alundra.
<<Big y RaistlinM se quedaron
solos en el bar, recogiendo las mesas y limpiando.
-No tendrías que haberte quedado –le
dijo Big-. Tus padres te van a echar la bronca.
-A mis padres les preocupa más que
juegue al League of Legends que encontrarme borracho, y no voy borracho…
-Porque no te dejo… -contestó Big con
una sonrisa.
RaistlinM le volvió a señalar con su
dedo acusador mientras levantaban sillas y apagaban equipos.
-Eres muy necesario en mi vida tío, que
no se te olvide.
-Tú lo eres en la mía.
Big se acercó lentamente a RaistlinM.
-¿Qué? –preguntó el segundo.
Big alzó las manos hasta acariciar las
mejillas de RaistlinM, y entonces acercó sus labios para besarle.
-Tío… -farfulló RaistlinM apartándose-
Eh… ¿Qué haces, tío?
Big se mordió el labio.
-Estoy enamorado de ti.
-Eh… ¿En serio? No me jodas…
-Sí… -asintió Big tragando saliva.
Raistlin resopló.
-Yo te quiero pero no de esa manera. Te
quiero como un hermano.
-Vale… -Big agachaba la cabeza- Pues
nada, a partir de ahora tendré que ser Caramon o algo –se rio tímidamente, como
aquel que no tiene nada que perder.
-¿No podemos ser sólo amigos?
-No –se sinceró Big-. No puedo ser sólo
tu amigo, no ahora.
-Tío…
-No te preocupes. Supongo que esto es la
juventud, que te rompan el corazón. ¿Puedes irte, por favor?
-Joder, Big, no quiero irme -rogó
RaistlinM.
-No puedo hacer otra cosa, lo siento.
RaistlinM asintió.
-Más lo siento yo –asintió RaistlinM-.
Buena suerte…
-Vete, por favor.
Y RaistlinM salió por la puerta.>>
Tercera
parte
-Recetas, recetas everywhere… -dijo
IrvingVIII observando su plato- Pero siempre acabamos comiendo pasta. Esto es
muy típico…
-Lo sé cariño, pero es lo que hay.
Tenemos que ahorrar –le dijo su madre poniendo el plato en la mesa.
IrvingVIII devoró su plato rápidamente
ante la atónita mirada de su familia.
-Te vas a atragantar o algo… -resaltó su
hermano pequeño.
-¡Tengo mucha prisa! –dijo IrvingVIII,
masticando espaguetis- He quedado con una amiga.
Su padre abrió los ojos gratamente sorprendido.
-Una amiga, eh… Ya pensaba que serías
algo raro después de tirarte tanto tiempo delante del ordenador con tus amigos
esos raros...
-¿Está buena? –preguntó el hermano
pequeño.
-¿Siempre tenéis que preguntar lo mismo?
Hablad con respeto sobre las mujeres –recriminó la madre.
IrvingVIII asintió lenta y pesadamente,
como si afirmarlo sólo fuera insuficiente.
-Increíblemente buena.
-En fin… -intercedió la madre,
traqueteando nerviosa-. ¿Sabes que no tienes echas las maletas? ¿No pensarás
que te las haré yo rápidamente, como siempre? ¡Que te vas mañana!
-¿Por qué no? Lo haces con papá.
-¡No te metas con tu padre! –le dijo él
mismo propinándole una colleja-. Y como sea mentira eso y no ganes ya te puedes
despedir de las maquinitas.
-Pero si gano querrás aprovecharte de mi
dinero…
-Como tú te has aprovechado del mío –sentenció
su padre levantando la copa de vino barto.
-¿Te vas ya mañana? –preguntó el hermano
pequeño.
-Sí –asintió IrvingVIII acariciándose la
nuca-. El partido contra los koreanos lo tenemos el jueves. Hemos entrenado
muchísimo durante casi tres semanas.
-No vais a ganar a los koreanos. Ha
cambiado el meta, ha cambiado la jungla, y Joke es bueno pero no lo suficiente
–afirmó su hermano pequeño con altanería.
-Joke no es tan bueno como yo pero es un
jungla brutal. Hace locuras con los nuevos objetos.
-No lo vais a conseguir –afirmó su
hermano mareando el tenedor de manera desafiante.
-¿Por qué no?
-¡Porque no, tío! Perderéis y podréis
intentarlo en el looser bracket, pero de primeras va a ser que no, quítate la
idea de la cabeza.
IrvingVIII dio un golpe sobre la mesa.
-Me largo –dijo el muchacho
levantándose.
-Koreanos… -meditó su padre en voz alta.
IrvingVIII salió por la puerta con el
corazón en un puño, atravesando las calles de Florencia como si de una selva
oscura se tratara. Cada ruido, cada mirada, cada flash de fotografía se clavaba
en sus sienes. Sudaba como sumido en un infierno constante, a pesar del
invierno que se acercaba.
Por cada paso el tintineo constante del
martillo sobre la cuerda se perfilaba en sus pensamientos, luego vino el piano
y su elegante vestido negro, luego ella y sus delicadas manos vestidas como
ramas del cerezo. Cuando abrió la puerta del bar allí se encontraba ella, en el
centro del universo, ignorada por todas aquellas criaturas insignificantes.
Pero escuchándola tocando era como si anocheciera, como si la noche no pudiera
existir sin su belleza.
-Un café solo –pidió IrvingVIII
sentándose anonadado en una mesa cercana.
-¿Vienes a ver a Beatrice otra vez?
IrvingVIII no escuchaba nada salvo a
ella. Una composición dulce y melancólica que duraría apenas una hora más pero
que, en cuanto terminó, se quedó sola y el arte fue sustituido por las vacuas
conversaciones de los feligreses. Él no quiso aplaudir porque jamás aplaudiría
tanto como ella merecía.
Beatrice se levantó del asiento y se
acercó hasta él.
-Incluso las obras más bellas mantienen
un poco de tensión. Perdón por hacerte esperar.
IrvingVIII temblaba de arriba abajo. La
mujer perfecta se sentó en su misma mesa, con el cabello recogido y la sonrisa
a medio desplegar, a una distancia de él semejante a la eternidad. Por los
altavoces empezó a sonar Norwegian Woods.
-Gracias por querer quedar conmigo al
final, llevaba tres semanas intentándolo. Me voy mañana a Alemania.
Beatrice sonrió como una maestra
entrañable.
-Enhorabuena. Espero que todo te vaya
bien.
-Pero…
Beatrice le cogió de la mano.
-Cielo… Tengo veinte años más que tú.
-Pero… pero… -tartamudeó IrvingVIII- Te
dije que te demostraría que amo tanto lo mío como tú amas lo tuyo. Te lo dije…
Casi me cuesta una pelea con mis compañeros y todo. Pero lo voy a conseguir
–asintió angustiado apretando la mano de Beatrice-, llegaré a lo más alto.
Ella, con la otra mano, le acarició la
mejilla.
-No te pelees con nadie como yo nunca me
pelearé con mi piano.
-De acuerdo, cambiaré.
-Claro que cambiarás. Todo cambia.
-Pero Beatrice… -reaccionó él- Ya soy un
hombre, ya sé lo que quiero, ya sé lo que me gusta.
Ella negó levemente con la cabeza.
-No existen los hombres, cielo. Todos
sois niños que acabáis llorando en el regazo de una mujer. Tengo que volver al
piano. Da lo mejor de ti en Alemania, ¿de acuerdo?
-Pero… -seguía tartamudeando IrvingVIII.
Ella se levantó y le besó en la frente
tras pasar a su lado.
-Vuela alto, pequeño pájaro.
La maleta resbaló por la cinta hasta
perderse en el interior de la máquina. El billete en mano apuntaba que su
próximo destino sería Colonia, Alemania, meditó IrvingVIII tras despedirse de
su familia.
-No creo que tengáis posibilidades de
ganar –le había dicho su hermano pequeño.
-¿Dudas de mí? –le recriminó IrvingVIII-
Soy el mejor adc de Europa.
-Por detrás de Genja.
-Eres pesado con lo de Genja…
-¡Larga vida a Genja!
Soy el mejor, pensó IrvingVIII. Vamos a
ganar.
El avión partió a su hora, dejando atrás
el infierno de Florencia y sus últimos días para acercarse al purgatorio de sus
últimos enfrentamientos. Si ganaban dos encuentros más entrarían en la LCS. Si
perdían quedaría una segunda oportunidad, pero él deseaba arrasar con todo,
acallar así las críticas en Internet que decían que se lo habían puesto muy
fácil pero que caerían rápidamente contra un equipo compuesto por dos koreanos.
-Ignorad esas críticas –ordenó TheOwl
semanas atrás-. Pain Gaming, en Brasil, ganó a equipos compuestos por koreanos
y consiguió llegar al mundial. ¿Sabes por qué ganaron? Porque
independientemente de lo buenos que eran, permanecían unidos.
Unidos, una palabra que había perdido
calidad. ¿Sería por su culpa? Desde luego que no… ¿O tal vez sí? Con este
último pensamiento se quedó dormido, en una postura imposible.
Cuando el avión aterrizó lo primero que
hizo fue ir al aseo a refrescarse. Tras varias horas y todas ellas durmiendo,
se había despertado aturdido y desorientado.
En el espejo, tras echarse agua,
permanecía aquella imagen de chico alto y delgado con el su pelo castaño corto,
perfectamente peinado. Se acarició las facciones rectas y marcadas recordándose
que quizás debería comer más.
Pero para tener dieciocho años estoy
bastante bueno, se dijo a sí mismo.
Tras recoger el equipaje y demás salió
al hall del aeropuerto a esperar a los demás, recordando que no sabía cómo era
ninguno de ellos. Irónicamente, un chico pasó delante de él y se detuvo,
intercambiando miradas de curiosidad durante segundos.
El chico era algo más bajo que él pero
también con más masa muscular, por lo que imponía algo más. De cabello
desordenado, oscuro como sus ojos, de facciones más redondas y gesto serio y
calculador, reconoció a su amigo.
-¿Alundra?
-Esto es muy derp –se rio Alundra
perdiendo toda seriedad, dándose un abrazo.
-¡Hace mucho tiempo desde que nos vimos,
eh! –bromeó el italiano.
-Por favor, no hagas ese chiste.
-Mis chistes son buenísimos.
-Sí, y no tan únicos como un italiano en
la LCS –recriminó una voz chulesca apareciendo por la puerta de salida.
Pertenecía a un chico rubio y bastante
musculoso, de ojos azules y perilla, vestido con una indumentaria imponente en
gris y blanco con el escudo de WolfHound en el pecho.
-Joder Owl, estás muy bueno –asimiló
Alundra-. No homo.
-No me vengáis con vuestras mierdas.
-Yo quiero una camiseta de esas –exigió
IrvingVIII-. Soy el mejor del equipo.
-Claro –asintió TheOwl-, tengo una aquí
en el bolsillo para Mister Honesto.
TheOwl metió la mano en el bolsillo y la
sacó mostrando el dedo medio.
-¿Nosotros no tenemos camiseta?
–preguntó Alundra.
-¿Sois ricos? ¿No? Pues se siente.
-Tu acidez va a acabar matándonos
–aseguró Alundra juntando las manos en pose amenazadora.
-Estoy de acuerdo –afirmó un chico bajo,
de aspecto jovencísimo y delgado. Su cabello corto, sus gafas, su cara algo
redonda, denotaba seriedad y madurez.
TheOwl dio un respingo.
-Coño ZeUS, no me asustes.
-¿Y a mí nadie me saluda?
Junto a ZeUS venía un tipo regordete de
cabello claro y ondulado, bajo y de aspecto simpaticón. Era RaistlinM.
Después de abrazarse todos una vez más
–con un abrazado más bien tibio entre IrvingVIII y RaistlinM, se preguntaron
dónde quedaba el último elemento de su equipo.
-Me pregunto cómo será… -dijo TheOwl.
-Seguro que es un ciborg –bromeó
Alundra.
-O un ciborg… O un super ciborg –señaló
RaistlinM con su dedo acusador.
-Bueno –llamó la atención TheOwl-,
mientras viene me gustaría hablar con vosotros de un asunto importante. Para
empezar, os recuerdo el horario. Mañana es jueves. Por la mañana tenemos que
probar el equipamiento y todo y por la tarde empieza el partido.
-Lo sabemos, papi –dijo IrvingVIII, con
voz aniñada.
-…Tonto tenías que ser… -prosiguió
TheOwl- El caso, si ganamos a los koreanos y si ganamos después a los otros,
entraremos en la LCS. Y aquí va mi propuesta. Si entramos en la LCS, me
gustaría comprar el equipo.
La noticia fue recibida como una
contundente sorpresa por parte de muchos. IrvingVIII estaba tan asombrado que
no supo cómo reaccionar.
-¿A qué te refieres con comprar?
TheOwl juntó las manos e intentó
encaminar lo mejor posible sus palabras.
-A que el equipo pasaría a ser de mi
propiedad. Dejaría de ser coach y sería, por así decirlo, el empresario. Mi
labor consistiría en buscar patrocinadores, encargarme de buscar a los mejores
profesionales para que nos ayuden, pagaros un sueldo además del de RIOT por
llevar mi marca, etcétera.
-Yo ya lo sabía –dijo ZeUS-. Me ofreció
un buen cuidador para mi hermana.
IrvingVIII no estaba muy convencido con
la idea. La marca era de todos y especialmente él se había esforzado por
impulsarla. Sin embargo se percató de que Alundra estaba muy interesado, sobre
todo por la pregunta que hizo.
-¿Cuánto dinero pretendes pagarnos? Por
comprar el equipo y al mes.
TheOwl asintió. En persona se mostraba
más dubitativo que con el único dictado de su voz.
-Habría que discutirlo pero…
Alguien le interrumpió.
-Antes tendrás que discutirlo conmigo.
La voz pertenecía a un hombre mayor, de
aspecto bohemio, ojeras, pero una mirada juvenil, lo que hacía imposible
conocer su edad. Alemán, por su acento, era la única seguridad que destacaban
del personaje.
-¿Tú eres JokeInTheHole?
El hombre se rio.
-No, querido. Soy su padre. Este es
“Joke” o como os dé la maldita gana de llamarlo.
Tras él apareció un chico delgado y
pálido, de cabello oscuro y de ojos profundamente azules, como si te devoraran.
-Llegas tarde –le recriminó TheOwl.
-Un Joke nunca llega tarde ni temprano.
Llega justo cuando se le necesita.
-Es él –asintió Alundra.
-Sin duda –afirmó ZeUS sonriendo.
-No entiendo la referencia –confesó
IrvingVIII en voz baja.
-¿En serio no sabes a qué hace
referencia? –saltó RaistlinM sorprendido.
-¡Siento no ser un niño rata! –espetó
IrvingVIII levantando las manos.
-¡Silencio los dos! –gritó TheOwl- ¿Y
usted quién es? ¿Qué tengo que discutir con usted?
De pronto escucharon un grito de
admiración estallando de la boca de RaistlinM.
-¡Ya sé quién eres! ¡Eres un escritor
alemán de novelas de fantasía! Dicen que es el Patrick Rothfuss europeo.
-Podéis llamarme Ende.
-Ni idea de quién eres–asumió IrvingVIII
exagerando su falta de perplejidad-. Siento haber tenido una vida normal.
-Sí, supongo que tu vida no abarcará
tantas páginas como las de los demás… -murmuró RaistlinM.
-¿Qué has dicho? –inquirió IrvingVIII
afilando la mirada.
-Tranquilidad, muchachos –medió ZeUS
colocándose entre ambos. A pesar de su baja estatura, su seguridad y
determinación le hacían ganarse el respeto de los demás-. Ha sido el señor Ende
quién le ha pedido unos minutos a TheOwl.
TheOwl se dirigió al padre de
JokeInTheHole.
-Pues hablemos.
-Salgamos fuera, tú y yo, como hombres
de negocios –asintió el escritor con sonrisitas y jugando con las manos.
TheOwl se puso firme intentando leer las
intenciones en la mirada del hombre.
-Me agotáis entre todos. Vamos.
Y ambos salieron.
El resto del equipo se quedó pegado al
cristal esperando escuchar cualquier cosa, sin éxito alguno. Hablaron entre
ellos de lo que suponía vender el equipo a una persona, aunque esta fuera un
miembro del mismo. ¿Cómo afectaría eso al tema de fichajes? ¿Quién decidiría
quién se va y quién se queda? ¿De dónde sacaría TheOwl el dinero? La fama de
ricachón del coach de WolfHound era más que conocida por el resto de miembros
del equipo, una fama que se había ido construyendo de detalles y de misterios,
como aquel día que IrvingVIII y Alundra recibieron en casa un ratón Razer
último modelo, pero el inglés nunca confesó que fuera un regalo suyo.
Tras rememorar aquella historia,
IrvingVIII se convenció de que el papel de TheOwl no era sólo el de estratega,
sino también de preparador del equipo. ZeUS se empeñaba en cuidar de ellos,
JokeInTheHole en salvarlos en el último instante, Alundra de no permitir que se
rindiera por muy mal que fuera la línea, y RaistlinM era un ejemplo en sí mismo
de victoria, pues rara vez perdía una línea.
IrvingVIII se preguntó qué aportaba él
mismo cuando apareció un hombre joven, de aspecto informal pero uniformado con
el símbolo de RIOT.
-¿WolfHound? –acertó el hombre joven
achinando los párpados pero convencido- Soy Riot BushNell. Bienvenidos a
Colonia.
Ante la inanición del resto de
compañeros golpeados por una ola de realidad, ZeUS le estrechó la mano el
primero y los presentó uno a uno. Cuando BushNell le dio la mano a IrvingVIII,
éste se vio derretirse de la envidia.
<<Quiero ese polo negro, esa
chaqueta, esos vaqueros… Quiero ese nombre delante de mi nombre…>>
Poco después entraron Ende y TheOwl por
lo que terminaron de hacer las presentaciones y BushNell les explicó sus planes
para ese día.
-Cómo nos dijisteis, sólo necesitáis
cinco plazas ya que Joke va en otro coche. Vosotros vendréis conmigo y el señor
Ende me puede seguir. Nuestra segunda parada será en el hotel.
-¿Cuál será la primera? –preguntó
IrvingVIII rápidamente, dándose cuenta demasiado tarde que había caído en una
trampa.
BushNell juntó las yemas de los dedos,
con las manos arqueadas.
-Pronto lo sabréis.
-Excelente –asintió JokeInTheHole
imitando el gesto.
Subieron a una furgoneta de seis plazas
tras dejar las maletas y emprendieron su viaje de camino a un lugar
desconocido. Para IrvingVIII fue como sujetarse en una montaña rusa que no paraba
de subir y subir a cada minuto que pasaba.
-¿Al final hablaste con tu amigo, Raist?
–preguntó ZeUS en medio de la charla de Riot BushNell sobre cómo funcionaría
todo al día siguiente, antes del partido.
-¿A quién? –preguntó IrvingVIII
extrañado.
-A Big. O BigCaramon –asintió RaistlinM
poco convencido-. Sí. Fue extraño pero… valió la pena. Hacía meses que no nos
veíamos pero fue como si nunca hubiera dejado de verle. Fue… -se llevó las
manos a la cara- Fue un gran amigo, tíos. Creo que lo será siempre. Las cosas
han cambiado muchísimo pero es un gran tipo. Yo que sé…
Alundra puso una mano en el hombro del
midlaner.
-Todo cambia. Eso no se puede evitar.
-Chicos –interrumpió TheOwl fijando su
vista en el exterior–, sois extremadamente Derp para mí.
Sin embargo, esa confesión de RaistlinM
supuso para IrvingVIII mucho más de lo que nadie sería capaz de imaginar.
Agachó las manos y las notó cálidas durante el transcurso de su corto periplo
por las carreteras de Colonia. Él que nunca había salido de su Florencia natal,
rodeado ahora de una fauna y una flora completamente distinta. Él que había
renegado tantas veces de todos aquellos preseres que habitaban en la
retaguardia de sus hogares confinados, según su propia creencia, a no ser nada.
Ahora, en ese mismo instante, los necesitaba para sentirse identificado.
Algo estaba roto en su corazón, porque
en eso debía consistir la juventud, pero lo que permanecía intacto y
necesariamente fuerte era su fe en aquellos que le acompañaban. Jamás los había
visto, pero los fue reconociendo uno a uno, y no eran lo que contaban los
cuentos de ellos, eran leyendas a punto de ser.
Nada de niños gordos encerrados. Nada de
vagos sin amigos. Nada de enganchados a la tecnología, salvo quizás a sí
mismos.
-Mirad… -pidió BushNell
Su perspectiva en aquel preciso instante,
mientras germinaba a los lejos el Estudio ESL de Colonia, cambió, como todo
cambia, inevitable.
-¿Vamos allí? –preguntó IrvingVIII, con
la ansiedad de un niño.
-Así es.
-Es más pequeño de lo que creía –confesó
TheOwl quitándole importancia.
-Es la cima de League of Legends en
Europa, tío. ¡No puedes decir eso! –se quejó RaistlinM, embobado.
-Bah… No quiero acostumbrarme… -siguió
el coach.
-Yo sí –dijo ZeUS, observando
tranquilamente-. Quiero acostumbrarme. Quiero verla y no sorprenderme. Porque
eso significará que hemos llegado… lejos. Lejísimos.
Riot BushNell sonrió.
-Uno nunca se acostumbra. Pero no por
League of Legends en sí, sino por vosotros, por la gente que se deja la piel
por esta locura, por este sueño de un par de aficionados que se convirtió en
algo inabarcable.
Aparcaron en el reservado y BushNell les
indicó hacia dónde tenían que ir cuando JokeInTheHole se les unió. Fueron
saludando poco a poco a los distintos responsables y jugadores que andaban por
allí, preparando la velada del día siguiente.
Al entrar, aparecía oscuro y siniestro,
como una prolongación infinita de tubos metálicos, habitaciones, despachos,
salas, y escaleras, muchas escaleras. IrvingVIII tomó aliento.
-Subid –les ordenó BushNell
amablemente-. Vais a flipar.
-¿Qué hay ahí arriba? –quiso saber
RaistlinM.
Pero BushNell se limitó a contestar
guiñando un ojo.
WolfHound subió los escalones con las
piernas temblando, con el alma al suelo, con el corazón dando gritos. RaistlinM
tropezó pero IrvingVIII lo agarró justo a tiempo para que no cayera al suelo,
se miraron como unidos por una premonición.
-Vamos –le dijo IrvingVIII-, tenemos que
hacer esto juntos.
RaistlinM comprendió que sería lo más
cercano a una disculpa que no sólo él, sino todo el equipo recibiría.
Y subieron.
Sobre la tarima, alineados los unos al
lado de los otros, contaron las butacas un millón de veces, contaron las
distancias entre ambos equipos, contaron las voces que podrían gritarles,
animarles, abuchearles. Estaban los seis sobre una estructura gigantesca
observando anonadados aquel lugar que tantas veces habían visto plano y
lejanos. Ahora era real.
WolfHound estaba sobre el escenario de
la LCS EU, con el escudo de League of Legends, en gigante, brillando al fondo.
-Oh My Fucking God… -dijo JokeInTheHole.
Al día siguiente una voz femenina
gritaría:
¡BIENVENIDOS AL EXPANSION TOURNAMENT DE
LA LCS EU!
Y ellos estarían allí, vestidos con su escudo, ante
los gritos de cientos de aficionados.N. del A., en la versión final de la novela se corregirá que la ubicación de la LCS sea en Colonia, ya que en realidad es en Berlín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario